Hola Amig@s !!
Después de mucho tiempo he podido volver a trabajar-jugar con el gres. Me gusta esta variedad de arcilla porque a su plasticidad se suma el color blanco que tantas posibilidades cromáticas ofrece.
Además, y no es una razón menor, la elevada temperatura que puede soportar, abre todo un universo de colores, matices y texturas que aportan un mayor peso específico a la obra.
Me gusta el rango de 1210º C, en el que trabajo con comodidad con esmaltes artesanales de elaboración propia. A esta temperatura el color interior del horno se parece al del sol de mediodía sobre el desierto. Espectacularmente sublime.
Disfruto mucho con los azules, turquesas y metalizaciones por saturación. Siento que estos colores me aportan paz y que conectan con una parte profunda de mi interior. El Maestro Jorge Fernández Chiti, a quien tanto agradezco sus enseñanzas, decía que el turquesa era el color de los ceramistas. "El Chiti" era un verdadero Maestro de maestros, un poeta tremendo y un alquimista del camino interior del Arte.
Sea para él, el homenaje de esta obra, esté donde esté. Os deseo unas fecundas, creativas y restauradoras vacaciones, si es posible.
Hasta muy pronto.
Mikel