Esta es la última pintura, acabada estos días. Se titula Cosmics, y sigue una vieja línea de trabajo que me da mucho placer y me ayuda a no olvidar la realidad de origen y de naturaleza, que a menudo olvidamos en la vida cotidiana.
Es difícil sustraerse a la presión, los problemas, las enfermedades, los fracasos y desilusiones, así como el resto de la amplia constelación de acontecimientos y situaciones que nos hacen olvidar qué y quiénes somos más allá de la apariencia.
Más allá
mucho más allá
de las orillas
de esta alucinación
Matrix compartida
y al tiempo,
absolutamente personal en términos relativos
esta realidad
sueño,
tal vez pesadilla
imprescindible despertar
no podemos seguir durmiendo
seguir matando el día
a día
de nuestros
latidos
dentro de este corazón
universal
que nos contiene
y que corre el peligro
de dormirse
por el ensordecedor
rugido
de nuestros
ronquidos