El año que realicé esta escultura, escribí también el poema que podeís leer a continuación. Era un joven artista que había dejado la seguridad de un contrato indefinido de trabajo para dedicarme en cuerpo y alma al Arte. Fueron tiempos difíciles e increiblemente apasionantes, y en los que tuve la suerte de crecer mucho desde la libertad que elegí.
La escultura, una de las muchas estelas que construí, fue de las primeras realizadas en arcilla refractaria, cocida al máximo de su capacidad, 1280º C, y esmaltada luego a 980º C con un esmalte artesanal a base de óxido de cromo, de color verde, pero que la magia del fuego convierte luego en este precioso rojo coral.
Os deseo de corazón, que si todavía no conoceís la dicha de recrear la materia con vuestras manos, lo podaís hacer lo antes posible.
Estás
solo
ante tí
el mundo se alza
inconmensurable
pared muda
batalla mojada en la historia
anónima de los tiempos
estás
ante ella
con tus manos
sólamente
tus manos y la fuerza
que mueve tus manos
peleando
contra todo cuando todo
está en contra
el vacío atrae siempre
lo que cae
lo horizontal es la fosa que sepulta
la verticalidad de lo poético
debes alzarte
tomar fuerzas de la nada
aprehender tus dedos
en
la
ausencia
donde te erijes
eje y centro
de tu vida
esa escalada entre cero
y el infinito
que yace en tí
1982, Mikel Benito